La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se creó en 1893. Es la octava más antigua del mundo. El torneo de liga, jugado desde ese año, es el tercero más antiguo del mundo, detrás de las ligas británicas y holandesa. Argentina es uno de los ocho países que obtuvieron la Copa Mundial de Fútbol, habiéndola ganado en Argentina 78 y México 86, además de haber alcanzado el subcampeonato en Uruguay 1930 e Italia 90. Obtuvo también dos medallas de oro olímpicas, Atenas 2004 y Beijing 2008, y dos de plata (Ámsterdam 1928 y Atlanta 1996). Obtuvo catorce veces la Copa América, en la que salió muchas veces subcampeón; ganó una vez la Copa Confederaciones, de la cual obtuvo dos veces el subcampeonato; ganó el Sudamericano Sub-20 en cuatro oportunidades y fue seis veces subcampeón; y consiguió seis veces la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, en la que salió subcampeón en una ocasión.>
En la Argentina también se practica de modo muy difundido el futsal. Los logros más importantes de la selección argentina de futsal fueron: en la AMF, el campeonato mundial de 1994 y el subcampeonato de 2007; en la FIFA la obtención de la Copa América en 2003 y el tercer lugar en el Campeonato Mundial de 2004. Dentro de la variedad del futsal, Argentina se destaca en la modalidad de fútbol para ciegos. La selección nacional, llamada Los Murciélagos, ha obtenido dos veces el campeonato mundial, de los cuatro realizados desde 1998 y la medalla de plata en los Juegos Paraolímpicos de 2004.
En el fútbol argentino hay muchísimos clásicos y partidos de gran rivalidad, los cuales, utilizando un criterio cronológico, se pueden dividir en clásicos «históricos» y clásicos «modernos». Se consideran modernos a los clásicos en los que los equipos comenzaron a rivalizar cuando al menos uno de ellos ya tenía un club con quien mantenía una rivalidad más vieja, es decir su clásico histórico. En algunos casos toma fuerza la nueva rivalidad al decaer el clásico histórico, llegando en algunos casos, con el paso de los años, a ser más fuerte que éste.42 Cabe destacar que cualquiera de los partidos disputados entre los denominados cinco grandes también son considerados clásicos (más allá del Superclásico y del Clásico de Avellaneda, partidos en donde ya de por sí se enfrentan equipos grandes).