fiestero69(jesus)
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Barcelona 3-1 Milan : Lionel Messi comanda el triunfo culé

MIÉRCOLES, 04 ABRIL 2012

Con dos goles de penalti del argentino, los culés encarrilaron el choque de vuelta, rematado por un tanto de Andrés Iniesta. El Barça consigue un pase merecido

champions legue
Publicado por fiestero69, Hace 12 años
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Ganó el Barça porque lo mereció, pero que nadie diga que fue fácil. El equipo blaugrana se sobrepuso a algunos momentos de nerviosismo para imponerse al Milan 3-1, con dos penales marcados por Messi y el tiro de gracia de Iniesta. El equipo catalán avanzó así a las semifinales de la Champions League, donde probablemente enfrentará al Chelsea, si éste cumple con los pronósticos y termina de sentenciar al Benfica.



Pero, pese a los dos goles de ventaja final, pese a que sólo estuvo eliminado durante algunos minutos y pese al apoyo de un público que, por una vez, dejó su habitual palco de la ópera para realmente ponerse detrás del equipo, los culés jamás estuvieron tranquilos. No fue una demostración arrolladora como ante el el Leverkusen. Tampoco un partido para la memoria como ante el Manchester United. El Barça debió sudar hasta la última gota y pelear en todas partes de la cancha frente a un rival más que digno.



Salvo una media hora de letargo, antes de su gol, el Milan demostró por qué es el campeón de Italia. En los primeros cinco minutos arrinconó al Barça. Después, tras una sensacional jugada de Messi que el argentino terminó por fallar en el mano a mano, los rossoneri desaparecieron, como intimidados por el escenario y por tener enfrente al equipo más ganador de los últimos años. Ibrahimovic dejó de correr, Boateng lo hacía, para todas partes y sin sentido. Seedorf equivocaba los pases más simples y Nocerino no sabía a quién marcar.



El Barça respondió como sabe. Pases, muchos, y presión constante. Con Cuenca en la cancha, había resuelto el problema de la falta de amplitud de la ida y Cesc daba la verticalidad que había faltado en San Siro. No fue sorprendente entonces que los catalanes se fueran al frente. Tras una serie de rebotes propiciados por una falla importante de Messi en una acción clara, el argentino fue torpemente derribado por Antonini. El penal fue inobjetable y también la manera en que lo ejecutó Leo. Uno cero y respiro colectivo en el Camp Nou.



Pasaban los minutos, y el Milan se hacía cada vez más pequeño. El Barça reinaba sobre la grama y amenazaba con ampliar su ventaja. Primero Cesc y luego el propio número 10 pudieron poner el último clavo al ataúd rojinegro. No lo hicieron y, como dice el refrán futbolero, 'el que no pega, paga'. La única vez que Zlatan pudo quitarse la impecable marca de Piqué acabó en el empate. El sueco combinó con Robinho y luego liberó a Nocerino, que definió de manera perfecta frente a Valdés.



Silencio sepulcral en la grada. Miedo. Finalmente, se trataba de un equipo italiano. Igual que ese Inter de Mourinho de tan poco gratos recuerdos. El Barça se paralizó y el Milan recordó que también sabía jugar al fútbol. La eliminatoria estaba en duda, y sólo un error infantil del sospechoso menos probable hizo que el Camp Nou recuperara los colores. Alessandro Nesta, el veterano de mil batallas, tiró de Busquets en un centro a pelota detenida. Lo hizo como lo hace cualquier defensor en ese tipo de jugadas, pero de forma demasiado evidente y justo enfrente del colegiado. El penal, en esas circunstancias, y a favor del equipo local, no se puede objetar. Messi se quitó de una vez por todas y para siempre el estigma de los once pasos y puso los cartones 2-1.



¿Dibujó ese segundo tanto el rumbo del partido? No realmente. El Milan salió a morir o matar en la segunda parte y el Barça se vio de pronto ante la posibilidad de un nuevo desencanto ante el mismo equipo que le había sacado, injustamente, un punto en la fase de grupos. Los italianos nunca tuvieron una oportunidad clara, pero el peligro se respiraba en cada aproximación. El Barça también apretaba y al final esa presión, ayudada por la suerte, terminó de decantar el encuentro. Messi tomó la pelota en la frontal y disparó a puerta. El remate rebotó en Nesta y quedó franco, a los pies de Iniesta. El manchegó avanzó dos metros y definió como los grandes a la derecha de Abbiati. 3-1 y ahora sí, a celebrar.



El Barça cedió un poco la iniciativa, en buena medida porque Cesc y Xavi dejaron el campo para no agravar sus conocidas molestias. El Milan nunca bajó los brazos. Allegri mandó a Aquilani y a Pato -que salió lesionado ¡otra vez!- para tratar de cambiar la historia. Los protagonistas catalanes dejaron de ser Messi, Xavi y compañía y aparecieron los Piqué, Mascherano y Busquets. El aparato defensivo culé nunca se rompió y entregó en bandeja una victoria sufrida, pero merecida e inobjetable. Stamford Bridge espera, como en el inolvidable 2009.