Mourinho sabe cómo desquiciar al Barcelona

Mientras el debate de las excusas que lleva poniendo Mourinho para tapar algún mal resultado de su equipo desde que empezara la Liga, parece que pocos se han dado cuenta de que, efectivamente, el hecho de que el portugués se queje ahora de los calendarios o anteriormente de actuaciones arbitrales o de Jorge Valdano, no hace más que responder a una especie de estrategia.
Y un actor importante en este plan es el propio Barcelona en general y Josep Guardiola en particular. Cuando el entrenador culé comparece en rueda de prensa siempre es preguntado por algún dardo que previamente le ha lanzado su colega luso. Pep, por costumbre, repite hasta la saciedad a aquellos que preguntan que él no entra a valorar este tipo de cuestiones.
En resumen, Mourinho parece buscar a Guardiola en esta lucha dialéctica y mediática y nunca le encuentra. Habitualmente, y como señaló en su día el propio entrenador madridista, a Pep no le hacía falta responder porque otros, como Piqué o Alves, ya lo hacían por él. No obstante, tras generar el debate de los calendarios y horarios que supuestamente perjudican al Real Madrid durante esta temporada, parece que está empezando a ganar esta batalla particular.
De entrada, el propio entrenador culé ya contestó personalmente a Mourinho y rompió su norma habitual. Fue el pasado viernes, en la víspera del partido del Barça ante el Mallorca. Un día después, fue el de Setúbal el que sacó a colación el asunto de los horarios y, en menos de dos días, ya ha encontrado una respuesta en masa de los jugadores de su máximo rival.

Entran al trapo

Hasta Sandro Rosell, el mismísimo presidente, ha entrado en este debate contestando a Mourinho. Este lunes, el máximo mandatario culé señalaba: "Los jugadores de las diversas secciones del Barça juegan cuando toca. A veces es miércoles y domingo, o sábado y martes, o domingo y sábado?".
Y las reacciones de algunos jugadores tampoco se han hecho esperar. Este domingo fue el turno de Pedro, uno de los pesos pesados de la plantilla azulgrana, quien defendió que no existe trato de favor hacia su equipo: "Al final el calendario es el mismo para todos".
Pero, sorprendentemente, el que parece que ha calado esta guerra fría que pretende el entrenador del Madrid, ha sido Daniel Alves. El brasileño es el que más clara tiene esta situación: "Es muy inteligente e intenta distraer la atención para captarla toda él y que, así, no se hable de su equipo. De esta forma, los disparos no llegan a sus jugadores. Esto también es ser inteligente. Pero todo el mundo lo acabará descubriendo".
Es probable que ese "todo el mundo" que señala el lateral culé acabe por descubrir ese juego que practica Mourinho fuera del terreno de juego, aunque no menos cierto es que con este tipo de declaraciones, el entrenador del Madrid está consiguiendo, o al menos así lo parece, ese objetivo de desviar la atención, e incluso romper la tranquilidad de los jugadores del Barça.